- Especialistas revelan que hasta el 60% de los pacientes con problemas digestivos presentan distensión abdominal. Conozca las posibles causas y opciones de tratamiento.
La distensión abdominal es un síntoma frecuente que afecta a una gran parte de la población, especialmente a mujeres. Según el Dr. Claudio Murillo, gastroenterólogo de la Clínica Equilibrium, el 60% de los pacientes con trastornos digestivos reportan distensión como su principal molestia. Esta condición puede presentarse de forma visible (distensión objetiva) o como una sensación de hinchazón no aparente (distensión subjetiva).
Algunas de las causas más comunes de distensión abdominal incluyen factores dietéticos, estreñimiento, sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO), hipersensibilidad visceral y disinergia abdominofrénica. La acumulación de gas, el consumo de ciertos alimentos (como cebolla, ajo y legumbres), la intolerancia a la lactosa y el tránsito lento intestinal son algunos de los principales desencadenantes.
El Dr. Murillo destaca que es esencial identificar la causa exacta para elegir un tratamiento adecuado y recomienda consultar a un médico si los síntomas son persistentes. Una exploración completa del tubo digestivo, incluyendo gastroscopía y colonoscopía, puede ser necesaria para descartar patologías subyacentes.
Para el tratamiento de la distensión abdominal se sugieren varias estrategias:
• Cambios en la dieta: Evitar alimentos fermentables y optar por una dieta baja en FODMAPs puede ser eficaz para reducir la hinchazón.
• Tratamiento del estreñimiento: Usar laxantes osmóticos en lugar de fibra formadora de volumen mejora la motilidad intestinal.
• Uso de probióticos: Pueden contribuir al equilibrio de la flora intestinal.
• Tratamiento del SIBO: La rifaximina es un antibiótico comúnmente utilizado para aliviar los síntomas del SIBO.
• Técnicas avanzadas: En casos de hipersensibilidad visceral o problemas de acomodación abdominal, técnicas como la biorretroalimentación pueden ser útiles.
La distensión abdominal, aunque es un problema común, puede ser manejable con el tratamiento y enfoque correctos. No obstante, si los síntomas persisten o empeoran, es importante buscar atención médica para mejorar la calidad de vida y recibir un tratamiento integral.