• Opinión – Análisis Internacional por Ignacio Montes de Oca, periodista y escritor
Guerra de Ucrania – Lo que no fue comentado en la TV rusa fue el descubrimiento de fosas comunes en Izium que indicarían ejecuciones durante la ocupación.
• Hasta hoy la propaganda instrumentada por Putin en Rusia es la mayor victoria dentro de tanta derrota y puede que las fisuras en el aislamiento que provocaría una leva masiva sean una amenaza a su hegemonía.
La contraofensiva ucraniana en Jarkov perdió velocidad y Kiev se concentra en descansar y reabastecer a parte de sus tropas mientras mantiene algunos ataques a lo largo de toda la línea del frente. Es hora de actualizar los datos de una batalla que cambió el curso de la guerra.
La derrota de Putin se mide en números. Ucrania liberó 6.000 km2 desde el 6 de septiembre. Ese 1% del territorio ucraniano y equivale a mas del 10% del Donbás, que ahora es el objetivo mínimo ruso. Su valor para la moral de los defensores y sus aliados, es bastante mas amplio.
Y es un esperado triunfo estratégico de Kiev, que no solo logró empujar a las tropas rusas fuera de las ciudades de Izium y Krupiansk para controlar las rutas hacia el oblast de Luhansk, sino que además logró capturar una importante cantidad de pertrechos y vehículos.
Algo para remarcar es que muchos de los tanques y blindados fueron capturados intactos. En su huida, los soldados rusos no se tomaron el trabajo de inutilizarlos. Quizás el apuro explique muchos casos, pero también habla de una inadecuada preparación en las filas de los invasores.
Los reportes hablan de 100 tanques perdidos, principalmente los que prestaban servicio en la 1° Grupo de Tanques de la Guardia Rusa, uno de los mejor equipados y preparados en el frente. Al menos 47 tanques fueron recuperados para prestar servicio en el bando ucraniano.
Las pérdidas de tanques ucranianos fueron elevadas como sucede con un bando que está a la ofensiva, pero el desgano o la falta de preparación rusa le dio un bonus a la victoria ucraniana al reponerles pérdidas y sumarle algunos arsenales rusos que también olvidaron sabotear.
Aquí tenemos que explicar algo que es en extremo importante. No se trata de la destrucción de un número determinado de batallones blindados, sino que muchos batallones sufrieron pérdidas superiores al 30%, que es lo que se considera un límite para que puedan operar.
Ucrania repite la maniobra y Rusia responde igual que antes de la contraofensiva. Intenta adivinar desde dónde provendría el ataque y la artillería de Kiev ataca concentraciones y depósitos rusos desgastando a su adversario. Solo en Jerson, volaron 5 arsenales rusos en dos días.
Los 6.000 km2 incluyen avances en el sur, en un arco que va del oeste y el norte de la ciudad y bordea las márgenes del río Dniper. Ucrania liberó ciudades clave como Kyselivka a 10 km de Jerson mientras expande la ruptura de defensas rusas en Davydyb Brid hacia Nova Kakhovka.
Ante el retroceso de sus tropas, Putin redobló los ataques sobre la infraestructura civil ucraniana. En Jarkov, bombardeó en varias oportunidades la usina de energía a la ciudad. En el sur, en Krivoy Rog, lanzó misiles hasta acertar a la represa de Karachum sobre el río Ingulets.
Rusia usó 8 costosos misiles de crucero KH101 para dañar el embalse y elevar la cota del río en 2,5 metros, cortar tanto el suministro de agua a una extensa zona urbana y rural y destrozar los cruces del río que fueron arrastrados por la correntada. El ataque, tiene otro motivo.
La zona que fue inundada por el Ingulets es la tierra natal del presidente Zelensky. La afrenta directa les valió usar 8 misiles contra Krivoy Rog en lugar de contra las tropas ucranianas en el frente. Así de personal es el asunto de Putin con el presidente ucraniano.
Zelenzky le respondió yendo a la recién liberada Izium que aun esta dentro del alcance de los cañones rusos. La debilidad de la inteligencia de Moscú y la falta de cooperación local quedó en evidencia al no aprovechar la presencia del líder al que buscan neutralizar desde febrero.
El desafío de Zelensky provocó la ira de le presentadora de la TV rusa y fanática putinista Olga Skabeyeba, que se unió a los canales de Telegram ruso para clamar por la oportunidad perdida para matar al presidente ucraniano y criticar el rumbo que tomó la guerra en septiembre.
Mientras tanto Ucrania comenzó a concentrar tropas en varios puntos del frente en Sutki Stakov, en Olhyne, en la zona de Zaporhiya y mas al norte, en Vuhledar frente a Bahkmur. Rusia intenta adivinar si es el prólogo de otra contraofensiva, mientras reparte sus reservas a tientas.
Bahkmur es uno de los pocos sitios en donde Rusia logró algún avance. Tomaron los pueblos de Mykhailivka y Mykolaivka Druha. Ese avance fue protagonizado por las tropas del Grupo Wagner, que en este momento pareciera ser el único cuerpo de la invasión eficiente para el combate.
El Grupo Wanger moviliza al menos 17.000 mercenarios en Ucrania, que reciben una paga mensual de 5.700 dólares mas premios por bajas. Están bajo el mando de Yeguny Prigozhin, el “chef” de Putin, que además controla el negocio de proveer de alimentos a las tropas rusas en Ucrania.
Prigozhin fue noticia esta semana al conocerse un video grabado en una prisión de Rusia donde se buscaba enrolar a convictos para luchar por seis meses en Ucrania a cambio de una paga y la conmutación de sus penas, sin importar el tipo de delitos que hubiesen cometido.
En ese video se le oye convocarlos y prometerles una bala en caso de que deserten antes de cumplir con el semestre pactado. Y de paso les pide que no saqueen ni toquen a los ucranianos sin importar la edad y el género. A un grupo de criminales. En una prisión. Durante una guerra.
Junto a los hombres del Grupo Wagner hay al menos 20.000 soldados de los cuerpos chechenos y otros 45.000 miembros de las milicias populares de Donetsk y Luhansk, éstos últimos reclutados a la fuerza y poco equipados y entrenados, por lo que su utilidad en combate es despareja.
La presencia de ese adicional de al menos 82.000 hombres que suelen estar en la primera línea de batalla explica la discrepancia de bajas en el lado ruso. La contabilidad sobre muertos y heridos suele hacerse sobre los batallones rusos y se omiten las de los grupos irregulares.
Esta privatización de la guerra propuesta por Putin -después de todo, los hombres de Wagner y los chechenos están en la guerra por una paga- refleja las dificultades que tiene Rusia para reemplazar las pérdidas en combate y el poco entusiasmo que genera la leva en ese país.
La cantera de buriatos y otras etnias no eslavas se agota y los rumores de derrota llegan a Moscú, San Petersburgo y otras ciudades. Puede que las clases media y alta no quieran mandar a sus hijos a una guerra si se expone como una condena. Ok, si son condenados, irían con Wagner.
Hasta hoy la propaganda instrumentada por Putin en Rusia es la mayor victoria dentro de tanta derrota y puede que las fisuras en el aislamiento que provocaría una leva masiva sean una amenaza a su hegemonía. Y ese es un riesgo mayor para él que cien batallas perdidas en Ucrania.
El deterioro de la vida cotidiana no es tan evidente aun en las ciudades rusas, pero con el paso del tiempo la inflación, los faltantes de bienes y las bolsas negras importadas desde Ucrania inevitablemente harán efecto. El aislamiento, es la primer línea de defensa de Putin.
No obstante, ante las noticias de la derrota en Jerson los jefes del Partido Comunista ruso, del Partido Liberal Democrático Liberal y del Rusia Justa, la coalición que permite a Putin aprobar sus leyes en la Duma, propusieron modificar la ley de enrolamiento para sumar tropas.
Los tres partidos apoyaron el reconocimiento de la independencia de Luhansk y Dontesk y la guerra, pero ahora piden reforzar la movilización y avisaron que presentarán su propuesta en diciembre. Es casi un ultimátum a Putin ante un resultado militar desfavorable que se agrava.
Putin se niega a admitir tanto el estado de guerra como las derrotas sucesivas en Kiev, el sub-Moskva, la Isla de las Serpientes y ahora en Jarkov. La oposición propone revertir el rumbo bélico con una movilización que el presidente resiste porque expone su debilidad creciente.
En las elecciones semana de esta semana el partido de Putin obtuvo la victoria y la oposición sabe que es su oportunidad está en que una movilización exponga la realidad de lo que sucede en Ucrania antes de las elecciones de 2024. O antes que deje de haber votaciones.
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Nacho Montes de Oca es un periodista y escritor que realiza análisis sobre la guerra en Ucrania desde sus redes sociales. Montes de Oca ha autorizado a Acontecer.co.cr para que publique sus artículos.